Cuando las papas queman, o de la épica que enamora a un club…
La épica a la que nos está acostumbrando el club, es la que anima o revive el amor que le tenemos, tanto al club como a nuestro deporte. Si la semana pasada nuestra división femenina nos demostró coraje y ganas de salir adelante, ayer el turno fue para nuestra primera división masculina.
Ayer no hubo falta de números, ni tuvimos problemas para realizar una entrada en calor adecuada; es más hasta hubo espacio para que se rieran de mi y mi terca insistencia en utilizar un silbato roto para indicar los cambios de ejercicio. Estuvimos preparados a tiempo y muy bien arengados tanto por nuestros entrenadores como por nuestros jugadores destacados.
La mancha negra se desplegó en la cancha y estuvo lista incluso antes que nuestro rival, brillaba un intenso sol sabanero que no siempre nos favorece pero que en esta oportunidad no pareció afectar a nuestros jugadores. El rival era un clásico, Barbarians, contra quienes no solo competimos en el torneo local sino que también debemos enfrentar en el torneo nacional al cual clasificamos.
El primer golpe lo asestó nuestro rival, un try convertido durante los primeros dos minutos de juego. Una desatención entre nuestro fullback y uno de nuestros centros, que nos hizo prender las alarmas a quienes mirabamos el partido desde el banco. Seguimos atacando y pudimos anotar tres puntos que nos mantenían cerca en el marcador.
Luego vinieron una serie de anotaciones de ellos, dos penales y otro try convertido, fruto de nuestros errores en manejo y de la presión que estábamos viviendo para no quedarnos atrás en el marcador. Estábamos en el minuto 20 del primer tiempo y tanto el marcador como nuestro sistema de juego nos eran adversos.
Uno de nuestros segunda línea tiene que ser reemplazado por una lesión en un hombro, y para colmo nuestra defensa empieza a ser exigida hasta llevarnos a un punto extremo teniendo que retroceder ante cada avance del equipo rival. La marea amarilla nos siguió empujando y el primer tiempo termina con un 23 a 3 en contra.
El entre tiempo lo aprovechamos para realizar unos cambios necesarios en la parte de atrás del equipo, y para intentar corregir los errores que estábamos cometiendo. Y aunque el segundo tiempo lo empezamos anotando un try convertido y un penal, para estar a diez puntos del empate; ellos nos devolvieron las atenciones con tres try consecutivos, dos de ellos convertidos.
La sombra de una derrota abultada se empezó a cernir sobre nosotros, y una lesión de nuestro capitán Camilo Navarro “Pato”, junto a una serie de errores en manejo nuestros, nos empezó a hacer temer por lo peor.
Sin embargo los nuestros del orgullo sacaron fuerzas y tras una reorganización táctica de la línea empezaron una gran remontada. Con dos trys de nuestro número 8 Oscar Ramírez “Kales”, quien demostró el gran jugador que es. Un try de uno de nuestros juveniles, quien hacía su debut en la primera división del equipo, Álvaro Sóler. Y dos trys de nuestro pequeño pero corajudo wing, Rafael Ossa, nos permitieron sobreponernos y alcanzar la victoria por 44 a 42.
La emoción vivida desde afuera y la dulce victoria alcanzada, son una recompensa al trabajo de todos. Felicitaciones a todos, porque lo dejaron todo en la cancha y demostraron de lo que son capaces.
Bless ‘em all, bless ‘em all, the long, the short and the tall,
Bless all the boys for the battle ahead
Bless ‘em less in to the brave they your let
Cos’ we’re saying good luck to ‘em all, the long, the short and the tall
IT’S THE STRENGTH IN YOUR HEART THAT WOULD SET YOU APART
So come on my friends bless ‘em all
So come on my friends bless ‘em all
-Andrés Arenas
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